Cómo fué trabajar en cruceros

Mi experiencia en Virgin Voyages

Cumplir 40 años marcó un punto de inflexión en mi vida. Tras haber explorado prácticamente todas las áreas de la industria de la hospitalidad, aún tenía un sueño pendiente: trabajar en la industria marítima, particularmente en barcos de expedición y yates, pero surgían dudas: ¿No seré demasiado grande para esto? ¿Será que todavía estoy a tiempo? Me propuse descubrilo, no perdía nada con intentarlo…

Una vez obtenida la certificacion STCW, comencé a aplicar en agencias especializadas. Finalmente, recibí una oferta de Virgin Voyages, y aunque no me interesaban los cruceros, esta compañía despertó mi interés por su filosofía innovadora, enfoque en el lujo y sostenibilidad, además de tener excelentes referencias.

Al ser un contrato de 8 meses, opté por vender todas mis pertenencias y rescindír mi contrato de alquiler en Maceió. Sin embargo, el mayor obstáculo fueron los exhaustivos exámenes médicos. Tuve que posponer mi embarque varias veces, seguir dietas estrictas y repetir pruebas hasta que todos los resultados fueran aprobados, afortunadamente contaba con la ayuda de un amigo médico quien me facilitó los aptos físicos por mi escoliosis y una divergencia en mi electrocardiograma.

La posición inicial que me ofrecieron fue Hotel Utility, rol que acepté con la esperanza de cambiar de departamento una vez a bordo. Sin embargo, pronto descubrí que las promociones eran altamente competitivas, con largas listas de espera.

En Galley mi jornada era de 7 pm a 7 am, con dos descansos de una hora para comer. Las tareas incluían lavar grandes cantidades de vajilla y al finalizar, debía sanitizar toda el área y desmontar máquinas para su limpieza exhaustiva, todo bajo estrictos estándares de higiene, sometidos a rigurosas inspecciones y auditorías. Aunque debía contar con la ayuda de dos personas durante la operación, debido a la falta de personal me tocaba realizar las tareas sola, lo que hacía el trabajo física y mentalmente agotador.

Desarrollando los brazos de Popeye

Las primeras semanas fueron una verdadera tortura, mis piernas estaban hinchadas y doloridas después de pasar tantas horas de pie, mi lumbar, el cuello y los brazos sufrían por el esfuerzo constante y debía tomar medicamentos para aliviar el terrible dolor en la mano con la que manipulaba el rociador de agua caliente. El uniforme era horrible, incómodo y siempre acababa sucio con salpicaduras de comida, lo que hacía que el trabajo se sintiera ingrato y desagradable. Mi autoestima estaba por el piso, quería renunciar! sin embargo, esa opción no era viable por políticas de la empresa, ya que implicaba asumir los costos del pasaje de regreso y penalizaciones.

Rotación a Housekeeping

Para aliviarnos el sufrimiento de trabajar en Galley, nos rotában a Housekeeping cada dos meses, en ese departamento las tareas eran físicamente menos exigentes -y los uniformes más bonitos- El ritmo de trabajo variaba según el turno y el área asignada. Los horarios diurnos son más movimentados, debíamos aspirar alfombras, limpiar los baños, repasar permanentemente vidrios, barandas y botones de ascensor para desinfectar y quitar huellas, sacar la basura, trapear derrames, recoger copas, vasos y bandejas de comida que los sailorshuéspedes dejaban hasta en los baños. Mientras que el horario nocturno, si bien la limpieza debía ser profunda y detallada, era muy tranquilo.

Una experiencia de lujo para Crew

Trabajar para Virgin Voyages tiene numerosos beneficios que destacan frente a otras compañías de cruceros, especialmente por su enfoque moderno y centrado en el bienestar de la tripulación, entre ellos:

  • Acceso a Internet Gratuito: A diferencia de muchas líneas de cruceros, Virgin Voyages proporciona Wi-Fi gratuito para sus sailors y tripulantes.
  • Alimentos y Bebidas Incluidos: Buffet de excelente calidad y variedad disponible casi todo el día, con expendedores de bebidas gratuitas como agua, café, gaseosas, etc.
  • Políticas de Estilo Personal: fomentan la libertad, autenticidad e individualidad, permitiendo tatuajes, piercings y looks excéntricos.
  • Uso de Instalaciones del Barco: Los tripulantes pueden acceder a áreas designadas para huéspedes, como el gimnasio, la pista para running, habían noches de spa exclusivas para crew, podíamos reservar para asistir a shows y para comer en los restaurantes; la única restricción era la piscina y el solarium. También dispone de dos bares, gimnasios y sala de recreación con videojuegos y biblioteca exclusivos para la tripulación.
  • Cabinas de Tripulantes: Son muy cómodas y modernas, tienen un TV por cama, baño privado, guardarropas y escritorio.
  • Uniformes y Lavanderia: Te dan el uniforme sin costo y tienes servicio de lavado y planchado, tambien hay disponibles lavadoras para la ropa personal.
  • Atención Médica: Asistencia y medicamentos disponibles, y me sorprendió que cuando un tripulante se enferma, como la vez que contraje COVID, te acomodan en una cabina de huéspedes y te llevan la comida y bebidas de tu preferencia.
  • Eventos Sociales: La empresa fomenta actividades y espacios para la recreación y socialización de los tripulantes, organizaban bingos, desafíos, paseos, noches de spa, karaoke, fiestas temáticas, clases de gimnasio y baile, pintura, concursos, etc.
  • Formación contínua: Además de los drill-simulacros de emergencia, teníamos charlas y varios cursos virtuales sobre higiene y seguridad, accesibilidad, servicio al cliente, manipulación de químicos, etc.

Lo que más disfruté

Virgin destaca por brindar un ambiente de trabajo más humano y respetuoso para los tripulantes, con condiciones que superan los estándares de otras líneas de cruceros. La comida a bordo es excelente, en mi tiempo libre me encantaba correr en la pista en medio del océano, es una experiencia surreal, también disfrutaba de las noches de spa, los encuentros de pintura, las clases de yoga y baile.

Los momentos más gratificantes eran mis escapadas en los puertos, pude conocer destinos increíbles del Mar Adriático: Croacia, Turquía, Grecia y Montenegro, luego cruzamos hacia Oceanía, pasando por Egipto, Dubái, India, Sri Lanka, Malasia, Singapur e Indonesia para terminar haciendo temporada en Australia, Tazmania y Nueva Zelanda. Aunque sacrificaba horas de sueño, la posibilidad de explorar cada destino era mi único incentivo para continuar (Album de Fotos)

Reflexión final

Mi paso por Virgin Voyages fué una prueba de resiliencia, aunque la posición no era la ideal, adquiri habilidades y conocimientos valiosos, aprendí a trabajar bajo presión y con estándares de calidad extremadamente altos. Hoy, miro hacia atrás con gratitud, sabiendo que este desafío fue clave para mi crecimiento profesional y como persona, confirmando mi pasión por la industria marítima, dejando abierta la puerta a nuevas oportunidades en yates.

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